Me gusta la moda. ¿Y qué?

He de reconocer que escribir en este blog me sirve a veces de terapia. Porque no me siento un bicho raro. Con mis amigos, mi pareja, mi familia o mis compañeros de trabajo, tengo que justificarme continuamente porque me guste la moda. Como si fuera algo malo, o frívolo, o de cabezas huecas. Es evidente que leyendo la Vogue no voy a encontrar la vacuna contra el cáncer, pero no entiendo el estigma de superficialidad y falta de contenido que se le da al mundo fashionista. Si un chico se gasta 600 euros en la Play Station 3 o si alguien hace cola durante horas para conseguir una entrada de fútbol, se ve como algo gracioso o anecdótico. Si yo me voy a la puerta de H&M a las 10 de la mañana para conseguir una prenda de Viktor&Rolf, es que estoy loca. No se si transmito la sensación que te invade cuando dices que la temporada que viene se llevará tal tipo de chaquetas, y alguien responde, "¿Tú solo compras las cosas que dicen la revistas que se llevan?". Y entonces me acuerdo de esa escena de El Diablo viste de Prada, cuando Andrea se ríe de su jefa por encontrar diferencia entre dos cinturones casi idénticos a sus ojos, y le describe el proceso que siguen los diseños desde las grandes pasarelas a la última tienda de tu ciudad. Porque quizá esa persona que ridiculiza las tendencias no sabe que el color de su chaleco, si sus vaqueros son pitillo o de campana, o la forma de la punta de sus zapatos sigue las tendencias que alguien dictó en París, Milán o Nueva York. Por eso, no me avergüenza decirlo. Me gusta la moda. ¿Y qué?




Os dejo mi pequeño hallazgo de hoy. No se aprecia muy bien en la foto, pero en Cortefiel tienen un clon bastante mono de la camiseta con pechera de Ralph Lauren. El precio: 29'90 eur0s.